Para que los champiñones no se oscurezcan, vierte en un recipiente de plástico un litro de agua fría junto con el jugo de dos o tres limones, Lávalos aparte y rebánalos en rodajas o cortados en cuatro partes. Sumérgelos en la mezcla por 20 minutos, retira el agua y enjuágalos ligeramente. De esta manera no perderán su color natural.
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